Ya deseemos comprar o vender, conviene que conozcamos una serie de puntos clave sobre la valoración de nuestras piedras preciosas. Normalmente una piedra se valora en kilates, pero esta palabra puede ocasionar confusión y ser demasiado ambigua si no tenemos en cuenta diversos factores añadidos.
A la mayoría de las piedras preciosas se les asigna un precio de acuerdo con el peso. La excepción son algunos tallados y cabujones, que se pueden vender por pieza en vez de por quilate, ya que el trabajo que conlleva producirlos supera el costo del material. Sin embargo, para una amplia mayoría de piedras preciosas, el precio se calcula tomando como unidad el quilate. Un quilate equivale a 200 mg de piedras preciosas. No confunda quilate, que es una medida de peso, con carat, que sirve para medir la pureza del oro.
El precio por quilate de las piedras preciosas, puede variar considerablemente, literalmente desde $1 por quilate a decenas de miles. Existen muchos factores que influyen sobre el precio por quilate. Aquí se presenta un resumen breve de los 10 factores que determinan los precios de gemas:
1. Variedad de gemas
Algunas variedades de piedras preciosas, como ser el zafiro, el rubí, la esmeralda, el tzavorite granate, la tanzanita, la espinela y la alejandrita, tienen un precio elevado en el mercado, dadas sus características superiores de piedras preciosas y rareza. Otras variedades, como muchos tipos de cuarzo abundan en muchas partes del mundo y los precios son mucho más reducidos. Sin embargo, mientras que la variedad de la gema determina el rango de precios en general para una piedra, también las características de la piedra en particular tienen un efecto importante sobre el precio por quilate.
2. Color
En las piedras preciosas de color éste es el factor más importante de precio. Los colores ideales varían según los tipos de piedras, obviamente, pero en general los más apreciados son los colores intensos, vívidos y puros. Las piedras demasiado claras u oscuras son, por lo general, menos deseables que las de tonos medios. De este modo, un zafiro de color azul aciano intenso es más valorado que uno negro azulado tinta o un azul pálido.
3. Claridad
Una piedra preciosa perfectamente limpia, sin inclusiones visibles, tendrá un valor más elevado. En general, cuanto más limpia la piedra, mayor es el brillo. No obstante, aunque es cierto que a mayor grado de claridad, mayor será el valor de la piedra, las inclusiones que no interfieren con el brillo y el destello de una gema no afectarán el valor de manera significativa. Tenga en cuenta que algunas piedras como la esmeralda siempre tienen inclusiones.
4. Corte y pulido
Las piedras preciosas se deben cortar en la proporción adecuada para maximizar la luz que refracta en el ojo. Sin embargo, con frecuencia los cortadores de piedras preciosas o los lapidarios tienen que hacer ciertas concesiones al cortar una pieza en particular. Si el color de la gema es bastante pálido, se deberá cortar una piedra más profundamente para concederle un color más intenso. Por el contrario, una piedra de tono oscuro puede hacerse más suave con un corte superficial. Pero en todos los casos, las facetas deben unirse con precisión y la superficie debe estar bien pulida y sin rayones.
5. Tamaño
Para ciertos tipos de piedras preciosas, por ejemplo el cuarzo, el precio por quilate permanece bastante estable a medida que el peso de la piedra aumenta. Pero en el caso de muchas de las piedras más raras, el precio no aumenta de forma lineal en relación al aumento del peso. De hecho, para algunas piedras preciosas como el diamante, el precio por quilate puede aumentar de forma exponencial a medida que incrementa el tamaño en quilates. De acuerdo con esta fórmula, una piedra de 1 quilate puede valer $1.000 dólares, mientras que una de 2 quilates puede costar $ 4.000. Aunque la fórmula rara vez es tan exacta, los zafiros y rubíes de buena calidad y de mayor tamaño tienden a valer mucho más por quilate.
No sólo las piedras más grandes son las más costosas, sino que las gemas que son talladas en tamaño normalizado, lo que en el ámbito comercial se denomina tamaños calibrados, también tienden a ser más costosas. Esto se debe a que se debe eliminar más material para coincidir con el tamaño del calibrado.
6. Forma
Algunas formas tienden a ser más costosas que otras, en parte se debe a la demanda y en parte por problemas que presenta el material en el corte de la forma específica. En general, las piedras preciosas redondas tienden a dominar el mercado, ya que son mucho menos frecuente que las ovales, debido a que estas últimas usualmente se cortan para preservar el peso de la materia prima tanto como sea posible. El corte de una gema redonda normalmente tiene una mayor pérdida de material en bruto, y para materiales muy caros como el zafiro, el rubí, la alejandrita y otros, esto puede tener un efecto importante sobre el precio.
7. Tratamiento
Los tratamientos de las piedras preciosas, como ser el calor, el relleno de fisuras, la irradiación y la difusión mejoran de manera significativa la apariencia de muchas piedras preciosas, y dichos tratamientos son ahora un proceso de rutina para muchas piedras de tipo comercial. Una piedra tratada siempre tiene menor valor que una piedra similar que no recibe tratamiento. Sin embargo, la mayoría de las piedras que reciben tratamiento de manera habitual - como el rubí y el zafiro – actualmente son difíciles de conseguir sin una forma de tratamiento, y las piedras no tratadas tienen un precio de mercado que está fuera del alcance de la mayoría de los consumidores. Si usted prefiere comprar una piedra que no ha sido tratada, tiene varias alternativas. Existe un número de piedras preciosas populares, como la turmalina, la espinela, la amatista y el granate que rara vez son tratadas.
8. Origen
En el sentido estricto, una piedra fina natural es una piedra fina, sin tener en cuenta el país o región de procedencia. La realidad del mercado es que determinadas variedades de piedras preciosas de regiones como Birmania, Cachemira, Sri Lanka y Brasil, ostentan un precio elevado en el mercado. Es difícil decir si esto está justificado, sobre todo con tantas piedras preciosas procedentes de África.
9. Moda
Algunas gemas, como el zafiro azul, siempre están de moda. Sin embargo, algunas se ponen de moda por períodos cortos, con el consiguiente aumento de los precios. Recientemente la labradorita andesina y la diáspora han sido el centro de atención, y se ha suscitado un fuerte interés en el cuarzo rutilado. Algunas piedras preciosas muy delicadas, como la espinela natural, tienen en realidad precios más bajos de lo esperado porque debido a un abastecimiento limitado las piedras no son promovidas fuertemente en el mercado.
10. Cadena de abastecimiento
El comercio de las piedras preciosas es un negocio y todos en la cadena de abastecimiento - desde la mina hasta llegar al joyero minorista - tratan de obtener algún beneficio. Las piedras preciosas pueden pasar por muchas manos en el camino desde la mina hasta el consumidor final, y cuanto más corredores y distribuidores manipulen el producto, mayor será el precio final. Por lo tanto, la misma piedra puede tener un precio que varía hasta en un 200%, dependiendo de a quién se la compra.
A la mayoría de las piedras preciosas se les asigna un precio de acuerdo con el peso. La excepción son algunos tallados y cabujones, que se pueden vender por pieza en vez de por quilate, ya que el trabajo que conlleva producirlos supera el costo del material. Sin embargo, para una amplia mayoría de piedras preciosas, el precio se calcula tomando como unidad el quilate. Un quilate equivale a 200 mg de piedras preciosas. No confunda quilate, que es una medida de peso, con carat, que sirve para medir la pureza del oro.
El precio por quilate de las piedras preciosas, puede variar considerablemente, literalmente desde $1 por quilate a decenas de miles. Existen muchos factores que influyen sobre el precio por quilate. Aquí se presenta un resumen breve de los 10 factores que determinan los precios de gemas:
1. Variedad de gemas
Algunas variedades de piedras preciosas, como ser el zafiro, el rubí, la esmeralda, el tzavorite granate, la tanzanita, la espinela y la alejandrita, tienen un precio elevado en el mercado, dadas sus características superiores de piedras preciosas y rareza. Otras variedades, como muchos tipos de cuarzo abundan en muchas partes del mundo y los precios son mucho más reducidos. Sin embargo, mientras que la variedad de la gema determina el rango de precios en general para una piedra, también las características de la piedra en particular tienen un efecto importante sobre el precio por quilate.
2. Color
En las piedras preciosas de color éste es el factor más importante de precio. Los colores ideales varían según los tipos de piedras, obviamente, pero en general los más apreciados son los colores intensos, vívidos y puros. Las piedras demasiado claras u oscuras son, por lo general, menos deseables que las de tonos medios. De este modo, un zafiro de color azul aciano intenso es más valorado que uno negro azulado tinta o un azul pálido.
3. Claridad
Una piedra preciosa perfectamente limpia, sin inclusiones visibles, tendrá un valor más elevado. En general, cuanto más limpia la piedra, mayor es el brillo. No obstante, aunque es cierto que a mayor grado de claridad, mayor será el valor de la piedra, las inclusiones que no interfieren con el brillo y el destello de una gema no afectarán el valor de manera significativa. Tenga en cuenta que algunas piedras como la esmeralda siempre tienen inclusiones.
4. Corte y pulido
Las piedras preciosas se deben cortar en la proporción adecuada para maximizar la luz que refracta en el ojo. Sin embargo, con frecuencia los cortadores de piedras preciosas o los lapidarios tienen que hacer ciertas concesiones al cortar una pieza en particular. Si el color de la gema es bastante pálido, se deberá cortar una piedra más profundamente para concederle un color más intenso. Por el contrario, una piedra de tono oscuro puede hacerse más suave con un corte superficial. Pero en todos los casos, las facetas deben unirse con precisión y la superficie debe estar bien pulida y sin rayones.
5. Tamaño
Para ciertos tipos de piedras preciosas, por ejemplo el cuarzo, el precio por quilate permanece bastante estable a medida que el peso de la piedra aumenta. Pero en el caso de muchas de las piedras más raras, el precio no aumenta de forma lineal en relación al aumento del peso. De hecho, para algunas piedras preciosas como el diamante, el precio por quilate puede aumentar de forma exponencial a medida que incrementa el tamaño en quilates. De acuerdo con esta fórmula, una piedra de 1 quilate puede valer $1.000 dólares, mientras que una de 2 quilates puede costar $ 4.000. Aunque la fórmula rara vez es tan exacta, los zafiros y rubíes de buena calidad y de mayor tamaño tienden a valer mucho más por quilate.
No sólo las piedras más grandes son las más costosas, sino que las gemas que son talladas en tamaño normalizado, lo que en el ámbito comercial se denomina tamaños calibrados, también tienden a ser más costosas. Esto se debe a que se debe eliminar más material para coincidir con el tamaño del calibrado.
6. Forma
Algunas formas tienden a ser más costosas que otras, en parte se debe a la demanda y en parte por problemas que presenta el material en el corte de la forma específica. En general, las piedras preciosas redondas tienden a dominar el mercado, ya que son mucho menos frecuente que las ovales, debido a que estas últimas usualmente se cortan para preservar el peso de la materia prima tanto como sea posible. El corte de una gema redonda normalmente tiene una mayor pérdida de material en bruto, y para materiales muy caros como el zafiro, el rubí, la alejandrita y otros, esto puede tener un efecto importante sobre el precio.
7. Tratamiento
Los tratamientos de las piedras preciosas, como ser el calor, el relleno de fisuras, la irradiación y la difusión mejoran de manera significativa la apariencia de muchas piedras preciosas, y dichos tratamientos son ahora un proceso de rutina para muchas piedras de tipo comercial. Una piedra tratada siempre tiene menor valor que una piedra similar que no recibe tratamiento. Sin embargo, la mayoría de las piedras que reciben tratamiento de manera habitual - como el rubí y el zafiro – actualmente son difíciles de conseguir sin una forma de tratamiento, y las piedras no tratadas tienen un precio de mercado que está fuera del alcance de la mayoría de los consumidores. Si usted prefiere comprar una piedra que no ha sido tratada, tiene varias alternativas. Existe un número de piedras preciosas populares, como la turmalina, la espinela, la amatista y el granate que rara vez son tratadas.
8. Origen
En el sentido estricto, una piedra fina natural es una piedra fina, sin tener en cuenta el país o región de procedencia. La realidad del mercado es que determinadas variedades de piedras preciosas de regiones como Birmania, Cachemira, Sri Lanka y Brasil, ostentan un precio elevado en el mercado. Es difícil decir si esto está justificado, sobre todo con tantas piedras preciosas procedentes de África.
9. Moda
Algunas gemas, como el zafiro azul, siempre están de moda. Sin embargo, algunas se ponen de moda por períodos cortos, con el consiguiente aumento de los precios. Recientemente la labradorita andesina y la diáspora han sido el centro de atención, y se ha suscitado un fuerte interés en el cuarzo rutilado. Algunas piedras preciosas muy delicadas, como la espinela natural, tienen en realidad precios más bajos de lo esperado porque debido a un abastecimiento limitado las piedras no son promovidas fuertemente en el mercado.
10. Cadena de abastecimiento
El comercio de las piedras preciosas es un negocio y todos en la cadena de abastecimiento - desde la mina hasta llegar al joyero minorista - tratan de obtener algún beneficio. Las piedras preciosas pueden pasar por muchas manos en el camino desde la mina hasta el consumidor final, y cuanto más corredores y distribuidores manipulen el producto, mayor será el precio final. Por lo tanto, la misma piedra puede tener un precio que varía hasta en un 200%, dependiendo de a quién se la compra.